SEMANA CUATRO

LA IGLESIA ES EL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO

ACTIVIDAD 1: Lee, interpreta y argumenta

En una familia todos los miembros se ayudan unos a otros, están dispuestos a dar todo lo que tienen por sacar adelante al que está necesitado. Así pasa en la Iglesia; unos miembros (los que están en el cielo) tienen más posibilidad de ayudar a los otros miembros (los que estamos en la tierra y los que están en el purgatorio).

1. ¿Cómo puede ayudarnos la Iglesia del Cielo?
2. ¿Podemos ayudar a las almas del Purgatorio?
3. ¿Cómo podemos ayudamos entre nosotros?

ACTIVIDAD 2: ¿Qué nos dice la Biblia?

San Pablo, cuando enseñaba a los primeros cristianos lo que es la Iglesia, decía que era parecida a un cuerpo: «Pues a la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y todos los miembros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros» (Romanos 12, 4-5).

1. ¿Por qué la Iglesia se parece a un cuerpo?
2. ¿Por qué se llama a este cuerpo místico?

ACTIVIDAD 3: Resume en tu cuaderno

1 Por el bautismo empezamos a formar parte del Cuerpo de la Iglesia

Cuando recibimos el bautismo empezamos a pertenecer a la Iglesia. Y la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo (1Corintios 12, 12-24). Por eso decimos que, por el bautismo, empezamos a formar  parte del Cuerpo de Cristo. Imaginemos que una mano, que está viva por estar unida al cuerpo y a la cabeza, se separa del cuerpo; esa mano quedaría muerta y no serviría para nada, se corrompería. Al recibir nosotros la gracia en el bautismo nos unimos a Cristo, que es la Cabeza de ese cuerpo, y empezamos a ser miembros vivos. Si perdemos la gracia, nos separamos de la Cabeza y somos como miembros muertos. En consecuencia hemos de esforzamos por vivir siempre en gracia.

2 Cada miembro de la Iglesia está unido a los demás miembros

Sabemos muy bien que, cuando la sangre llega en el cuerpo humano a todos los miembros, esa sangre limpia y buena hace que los miembros estén vivos y se comuniquen unos con otros. En el Cuerpo Místico de Cristo hay también algo que es como la sangre del cuerpo: la gracia y los dones que Dios nos da, estableciendo una comunión de vida sobrenatural de los miembros con la Cabeza y de los miembros entre sí.

3 Existe una unión entre la Iglesia del Cielo, la del purgatorio  y la de la tierra

La Iglesia la formamos no sólo los que por el bautismo pertenecemos a ella y estamos en la tierra (Iglesia militante), sino también los Santos que están en el Cielo. A éstos se les llama Iglesia triunfante. A los que están purificando su alma en el purgatorio antes de entrar en el Cielo, se les llama Iglesia  purgante.

Los tres estados de la única Iglesia están unidos porque la única Cabeza es Cristo, y su gracia es la vida que anima a todos.

4 Esta unión de toda la Iglesia constituye la Comunión de los Santos

En la Iglesia sucede algo parecido a una transfusión de sangre. La gracia de Cristo, los méritos de la Santísima Virgen y de los Santos, nos ayudan a nosotros en la vida del alma, como una transfusión de sangre ayuda a la vid del cuerpo.

 Así, nuestras oraciones y las buenas obras son como sangre buena que damos a los otros: a nuestros padres y hermanos, a los amigos, a los demás hombres, y también a las benditas ánimas del purgatorio. Y las acciones y buenas obras de los otros miembros dela Iglesia ayudan y hacen bien a nuestras alma. Esto es lo que se llama la Comunión de los Santos.

5 Cómo vivir la Comunión de los Santos

La Comunión de los Santos es una realidad tan fecunda y consoladora, tan importante para la vida y santidad de la Iglesia, que no podemos perder las oportunidades de vivirla, luchando por ser mejores y ayudar a los demás. La mejor manera de vivir la Comunión de los Santos es recibir los sacramentos, ya que por la gracia que nos otorgan nos unimos, cada vez más, a Dios que es el Santo por excelencia. Otro modo es invocar a la Virgen María y a los Santos, porque nos consiguen de Dios muchas gracias. Nosotros también podemos ayudar a la Iglesia purgante ofreciendo la Santa Misa, nuestro trabajo y nuestras oraciones, por esas almas que están en el purgatorio y desean gozar cuanto antes de Dios en el Cielo. Y de la misma manera podemos ayudar a la Iglesia militante, a todos los cristianos que estamos luchando todavía en esta tierra, ofreciendo muchas cosas durante el día.

ACTIVIDAD 4: EVALÚA LOS CONOCIMIENTOS ADQUIRIDOS

1. ¿Cuándo empezamos a formar parte del cuerpo de Cristo? ¿qué nos mantiene unidos a los demás miembros de este cuerpo?
2. ¿Qué quiere decir Comunión de los Santos?
3. ¿Quiénes son los miembros de la Iglesia?
4. ¿Cómo podemos vivir la Comunión de los Santos?
5. ¿De qué bienes espirituales participan los miembros de la Iglesia?

ACTIVIDAD 5: PARA LA CASA

• Realizar el dibujo de un Cristo dentro del que se haga un collage de los principales miembros del cuerpo de Cristo, incluyendo una pequeña foto propia que se ubicará en el lugar que se quiere tener dentro del cuerpo de Cristo.
• Dibujar una representación de los tres estados de la Iglesia, por ejemplo, la imagen de un barco rumbo al cielo.

Referencia: Jaime Puyol “Curso de catequesis. Libro del profesor” Universidad de Navarra, autor de estos guiones en su libro. Recuperado de https://es.scribd.com/document/37546005/14-La-Iglesia-es-el-Cuerpo-Mistico-de-Cristo